lunes, 20 de mayo de 2013

Érase una vez ... Berenice, el espectro de Xanadú


"[...] El golpe de una puerta al cerrarse me distrajo y, al levantar la vista, descubrí que ella había salido del aposento. Pero de los desordenados aposentos de mi cerebro no había salido ni se podía apartar el blanco y horrible espectro de los dientes. Ni una mota en su superficie, ni una sombra en el esmalte, ni una mella en sus bordes había en los dientes de esa sonrisa fugaz que no se grabara en mi memoria. Ahora los veía con más claridad que un momento antes. [...]"
Berenice. Edgar Allan Poe